Matamoros tiene héroes anónimos, Personajes que pelearon en defensa del territorio, de sus ideales y de la soberanía nacional. El héroe de Matamoros fue concebido por los mezquites y los huizaches y los pastos nativos de La Laguna. Llegó a ser general, enemigo acérrimo del Porfiriato e indómito socio de la libertad: don Sixto Ugalde.
¿Quién fue Sixto Ugalde, el héroe invisible de Matamoros?
Sixto Ugalde fue considerado un “rojo” opositor al régimen de Porfirio Díaz. Nacido en Matamoros, Coahuila, aunque en Lerdo también se debaten la posibilidad de que haya sido parte de su tierra, el héroe invisible fue originario de La Vega del Marrufo, en donde nació en 1856, según el historiador y cronista de Torreón, Jesús Sotomayor Garza.
Ugalde participó en las reuniones en las que se conspiraba contra el gobierno de Porfirio Díaz. El 15 de noviembre de 1910, por instrucciones de Francisco I. Madero, fue designado oficial del Ejército Republicano.
Pese a que no existen fotografías que comprueben la presencia de Sixto Ugalde en la lucha revolucionaria, el héroe de Matamoros fue uno de los personajes más eficientes y comprometidos con la revuelta civil que logró deponer la dictadura de Díaz.
En San Pedro de las Colonias, Sixto Ugalde se unió a las fuerzas del temerario luchador Benjamín Argumedo, uno de los revolucionarios más respetados y admirados por historiadores de la talla de Paco Ignacio Taibo II.
En San Pedro de las Colonias, Sixto Ugalde tomó el territorio, liberó a los presos políticos de la cárcel y comenzó a reclutar tropas entre los trabajadores agrícolas para unirse en la lucha revolucionaria.
Tras el triunfo Maderista y después de la Toma de Torreón, Ugalde fue designado como comandante militar en la Comarca Lagunera, al mando del XX regimiento de caballería y su radio de acción acababa hasta el norte de Coahuila. Sus habilidades militares y de organización social, llevaron a Sixto Ugalde a erigirse como uno de los elementos más valiosos de la lucha revolucionaria.
¿Cuál fue el destino de Sixto Ugalde, héroe de Matamoros?
Para la fecha en la que Sixto Ugalde se unió a la lucha revolucionaria ya tenía 50 años de edad. Dos de sus hijos, por sus acciones en contra del Porfiriato, fueron encarcelados. Uno de ellos salió rápido por problemas de salud y el segundo se quedó recluido un mes.
En la primera Toma de Torreón, el héroe de Matamoros lideró ataques en los linderos del Río Nazas y la casa Colorada. Las tropas al mando de Guillen salieron victoriosas, de tal manera que fueron factor decisivo para que el 15 de mayo de 1911 los revolucionarios maderistas doblegaran a Porfirio Díaz, obligándolo a renunciar a la Presidencia de la República.
El 15 de diciembre de 1917, don Sixto Ugalde Guillén, hijo de Cruz Ugalde y Camila Guillén, murió de una neumonía en la Ciudad de México. Sus restos fueron trasladados hasta el panteón de San Francisco, en Matamoros, Coahuila.
Su lápida aún existe y aclara que murió a los 86 años de edad: “En memoria del general de brigada Sixto Ugalde… un rojo del teniente Rosendo Ramírez y jefe del grupo #2 y demás veteranos y (Sic) instituciones del pueblo de Matamoros”.
Pese a su relevancia histórica y el papel trascendental que representó para la liberación del régimen porfirista, la tumba de don Sixto Ugalde está descuidada. Sus restos descansan entre tierra y polvo y suciedad y heridas que la lápida ha sufrido con el paso del tiempo. En las tierras de Matamoros yacen los huesos y el espíritu de un luchador que fue pieza clave para entender al México que dio un paso hacia la democracia.
El héroe de Matamoros no ha recibido el honor que merece, sin embargo, toda su lucha fue por y para La Laguna, por y para México.